San Cristóbal de Las Casas se encuentra en un Valle, conocido como el Valle del Jovel. Habitado desde tiempos prehispanicos, el valle ha tenido una ocupación humana que no es novedad, de hecho los bosques de encinos que aún lo rodean han sido utilizados por las distintas generaciones, los mayas, los españoles y los mestizos, para leña y construcción. San Cristobal es un lugar de contradicciones, de una tensión que solo puede calmar la niebla y el rocio, las heladas.
La preocupación surge de observar como el Valle se deteriora ante nuestras miradas, las de los locales, los extraños, los visitantes. Los hoteleros, los taxistas, las amas de casa, hasta esos de las ONGs que se dicen muy preocupados por la naturaleza o por los derechos humanos. La prensa local la que escribia Don Amado Avendaño, y la que escribe todavia Doña Conchita es lo único que nos salva.
Hay varios factores de esta destrucción, el crecimiento de la ciudad. Con el boom zapatista y ahora con la carretera Tuxtla-San Cristóbal mucha mas gente quiere vivir en el valle. Los tuxtlecos quieren casa de fin de semana, los índigenas quieren trabajo y vivir en la ciudad, los universitarios del DF y de Guadalajara quieren unirse a las causas nobles que aqui se defienden, los extranjeros quieren visitar Palenque y Chamula. Todos quieren venir a San Cristóbal. La presión por la urbanización esta creciendo.
La otra causa del crecimiento acelerado de los ultimos 10 años ha sido sin duda el zapatismo , pero no por los zapatistas, sino por los que se colgaron del movimiento, llamense lideres de organizaciones políticas-indígenas. Las promesas de los candidatos para dar tierra a cambio de votos, las invasiones, la venta de predios sin papeles, la complicidad de las autoridades.
Y por ultimo los presidentes municipales corruptos, que se han beneficiado del poder para permitir abusos. Cada trienio se modifica la carta urbana de la ciudad, cada trienio el presidente en el poder esta relacionado con la depredación, cada trienio se compran los favores y se pagan los votos, con la tierra, con los árboles. Y el presupuesto de la ciudad? a que se dirige? a construir boulevares.
Creemos que estos problemas tienen solución con la participación democrática, usando las leyes, haciendo transparentes las decisiones y negociando para que la ley se aplique con justicia y equidad.
sábado, 26 de enero de 2008
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