sábado, 26 de enero de 2008

Mariano, ay Mariano...

Dicen, porque no nos consta, que Mariano Diaz, recién nombrado presidente municipal, esta prometiendo a los fraccionadores y dueños de predios en distintas partes del Valle que les agilizará los permisos de cambio de uso del suelo.

Lo interesante es que Mariano ya habia sido presidente municipal, fue en su trienio (1999-2001) que se acelero la destrucción de los bancos de arena, ya que el Sr Diaz y sus Hermanos son dueños de la constructora Peje de Oro. Durante ese trienio y el que le siguió con Enoch Hernández a bordo, el problema de la regularización de los bancos de arena se empantano.

Cuando quieren los políticos son muy hábiles. Primero porque aventaron de frente a disque 1000 familias pobres que viven de picar piedra que justificaban los permisos "ilegales". Segundo que porque no le competia al Municipio la regularización de minas sino al Instituto de Historia Natural, del Gobierno del Estado y tercero porque la negligencia y los enredos legaloides son las mejores armas para sacar provecho.

¿Pero cuales han sido, fueron o serán las reglas del juego para otorgar permisos que destruyen el valle y enriquecen a unos cuantos?. Las 1000 familias (si es que alguien las conto) no salieron de pobres con los bancos de arena, los que si fueron los del ramo de la construcción que son familias conocidas del pueblo, incluyendo la del mismo Mariano.

Ese mismo Mariano es el que a 6 años logra nuevamente estar en la presidencia. Es como el cuento de la relección de Bush, con sus claras diferencias de escala, pero igual de nefasto.
Que promesas habrá hecho?. Para empezar ya se sabe que tiene intereses sobre la propuesta de unidad habitacional para acabar de desecar los pocos humedales que quedan (ver articulo especial sobre el tema), que a prometido autorizaciones para fraccionar bosques alrededor del valle, lugares que son las zonas de captación de agua.

Por eso decimos Ay Mariano.. Ay.. porque nos duele lo que haces. Estaremos pendientes de Mariano y de todas las autoridades, en este espacio de observatorio ciudadano.

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